martes, 28 de septiembre de 2010

Del amor al odio...

El tiempo pasa y el momento que estoy ocupando en escribir estas palabras, ya ha pasado. La vida es eso, momentos que pasan, momentos que se quedan atrás pero que son sustituidos por otros nuevos.
No se puede entender, muchas veces, el motivo por el que nuestra propia vida puede dar un cambio radical, pero los momentos que perdemos en pensar y buscar razones son momentos perdidos de nuestra vida. Hay que aprender a vivir, hay que aprender a disfrutar, a sentir, a experimentar… porque la vida pasa muy rápido y lo que hoy tenemos puede que mañana ya no lo tengamos.
Digo todo esto porque llegó un día en el que me levanté y me sentía mejor… estaba en paz conmigo misma… mis tranquilizantes y analgésicos que no son otros más que mis personas cercanas, han logrado que mi corazón ya no duela… sigue desangrándose, cierto, pero ya no duele como lo hacía antes porque todos y cada uno de ellos y ellas, han logrado que poco a poco vuelva a ser la persona que era hace casi ya 4 años.  No pienso en el futuro porque, quizá pueda no existir, vivo el presente, el día a día… Valoro esos detalles, esas conversaciones, esas risas, esa complicidad, esas palabras, ese cariño, esa preocupación… Cuantas  personas me han visto llorar… Cuanto miedo he podido sentir bajando a las profundidades, pero mi entorno, mi verdadero entorno ha logrado lanzarme una cuerda y con mi fuerza, agarrarme bien a ella, para seguir adelante. Amigos, amigas y familia. Todos ellos juntos.
He aprendido en este tiempo a valorarme, a quererme y sobre todo a deshacerme de todo aquello que me hace daño… Estoy aprendiendo a apartar a las personas que me han engañado con sus falsas actitudes y cuento todo esto aquí porque es mi blog, porque es mi corazón el que habla y porque al ser yo la protagonista de mi propia vida puedo hablar de los actores secundarios que han formado parte de ella. Mi intención no es hablar mal de nadie sino expresarme, en definitiva desahogarme… Estoy abriendo los ojos y dándome cuenta de tantas cosas… Dios… que idiota fui… Que ímbécil…  Pero claro, el barro que me tapaba no me dejaba ver el arco iris que había arriba.
De todos modos, no quiero hablar de nadie, no merece la pena remover la mierda del pasado, cuando a punto estoy de pasar página, de olvidar estos últimos 4 puñeteros y amargados años… No digo que no hubiera cosas buenas, porque las hay, obviamente, pero nada que no pueda ser sustituido por otras cosas mejores y con nuevas ilusiones. Estoy en otra etapa, estoy volviendo a nacer, estoy recuperando lo que alguien me absorbió y bien digo claramente, que a partir de ahora, la parte que estoy recuperando de mi ser, se va a quedar conmigo porque no tengo intención de compartir, por una época larga, mi vida con ningún ser masculino que sea sinónimo de relación amorosa.  Quiero vivir, quiero ser feliz y lo voy consiguiendo… No puedo olvidar… pero sí que puedo archivar mis recuerdos sin tener necesidad alguna de sacarlos de ahí.
La vida pasa muy rápido y yo estoy luchando por mí, por alcanzar mis ilusiones, mis metas y para lograr ese camino, están presentes muchas personas, otras en su día ya pasaron y se quedaron en alguno de los lados, pero cada una de ellas, me ha dejado conocer su verdadera personalidad, sabiendo así, quienes son las personas auténticas y quienes no… Aprendiendo a imitar todas aquellas actitudes positivas de los que son de verdad, los de siempre… y aprendiendo también, aquellas actitudes que no debo imitar jamás, porque son dañinas y malas… Pero hoy, puedo decir que he aprendido algo que jamás creí que iba a sentir y eso no es otro más que a odiar…
Del amor al odio hay sólo un paso y yo ya he llegado a él, sintiendo odio hacia alguien a quien he amado… No me siento mal porque llegar hasta ese punto ha dado lugar en mí, a una liberación profunda, sintiéndome de verdad, yo misma otra vez, recuperando así, mi verdadera personalidad.

6 comentarios:

  1. No te quedes en odio... para dejar atrás hay que dejarlo también pero es un paso importante que hay que dar... me alegro mucho de que todo vaya evolucionando así, que hayas encontrado fuerza para seguir adelante

    :)

    ResponderEliminar
  2. Hay veces que para poder olvidar necesitamos odiar, pero cuando hayas conseguido olvidar no te olvides de perdonar, solo así podrás dejar atrás el pasado. Sigue así guapa, vas por muy buen camino!

    ResponderEliminar
  3. Algunas veces el odio, si se controla, puede ayudar. Es como cuando estás atascado en el barro y, a base de fuerza y rabia, consigues salir de él.

    ¡Ánimo! :-D

    ResponderEliminar
  4. Ves, ya has dado el paso que necesitabas para seguir adelante. Lo bueno del odio es que pasa más rápido que la pena y que una vez que pasa, no deja rastro...sólo indiferencia hacia aquel que una vez fue tanto.

    ResponderEliminar
  5. Querida amiga: Odiar no es un sentimiento que te pueda beneficiar, ya que a la larga te hace daño a tí. Es mejor simplemente pasar página, mirar por encima del hombro a aquella historia y evolucionar. Como tú dices el amor y el odio están demasiado cerca y a veces tienden a confundirse así que da un salto más allá y no te pongas cadenas que te puedan mantener presa. No digas que no quieres ninguna relación porque con ello puedes pasar junto a tu amor verdadero y no darle, siquiera, la oportunidad. Sigue viviendo cada día, con ilusión, queriéndote a tí misma, y verás como no te queda tiempo ni para odiar y con ello serás mucho más feliz. Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Una vez pasado el odio es hora de pasar página y seguir escribiendo el libro.
    Tú ya has apaciguado tu odio, me alegra vez que has comenzado a escribir un nuevo capítulo en ese libro al que aún le quedan muchísimas páginas para terminar.
    Del amor al odio solo hay un paso... pero puede que del odio a un nuevo amor solo haya una sonrisa.

    ResponderEliminar