Muchas veces, es con el
paso del tiempo, cuando vamos conociendo a las personas. Sabemos en nuestro
entorno quienes son aquellas personas en las que podemos confiar, aquellas a
las que sólo contamos parte de nuestra vida, aquellas con las que lo pasamos
bien para salir o incluso, otras, que aunque nos decepcionen seguimos estando
ahí. Personas, al fin y al cabo. Personas humanas con defectos y virtudes.
Personas como también lo soy yo.
He avanzado con
respecto a muchas materias en mi vida, he madurado, he reflexionado sobre lo
que quiero o no quiero y me he apartado de muchas personas. Ya fuera por
motivos de la vida o porque cuando vamos observando vemos, a veces cosas, que
no nos gustan. Pero aunque la vida no se desarrolle como uno quiere, es
necesario aceptarla tal y como viene. Cada uno es dueño de su vida, cada uno
actúa conforme a lo que de verdad quiere y sobre todo, cada uno vive la vida de
una manera que puede no gustarle a los demás. Son formas de vivir, de progresar
y con esfuerzo, de madurar.
No digo que yo haya
sido ni muy buena ni muy mala, simplemente me he comportado cada día de mi vida
como de verdad lo he sentido. He experimentado una gran sensación de emociones,
algunas muy intensas y otras, un tanto superficiales pero sea como sea, las
emociones hay que aprender a controlarlas y sobre todo cuando se trata de las
negativas. La rabia, la ira o quizás, la venganza son algo que hay que saber
gestionar. Yo reconozco que no soy capaz de sentir odio hacia nadie,
independientemente del daño que me hayan podido hacer pero sí que es verdad que
existen personas que no son capaces de superar esas emociones negativas.
Y digo todo esto,
porque me siento un poco enfadada… Sí, enfadada porque, a veces pasan cosas,
que vienen y te hacen recapacitar sobre la vida. Te hacen pensar sobre el
sentido que tiene que alguien venga y por cuestiones que no voy a explotar
aquí, decida pinchar dos ruedas con una navaja. Me hace recapacitar porque si
así la persona que lo ha hecho se siente mejor para sacar o exteriorizar su
rabia o similar… Bienvenido sea, pero considero que las formas no son las
adecuadas para ciertas edades. Se supone que las personas vamos madurando,
avanzando pero está visto que existen otras que se quedan ancladas en mundos
paralelos. Se trata de un coche, sí… Se trata de unas ruedas pinchadas… sí…
Pero detrás de eso, hay mucho más. Y lo cierto, es que no me siento mal ni me
causa resquemor pero sí que me fastidia con respecto al ajetreo que supone.
Me gustaría poder expresarme mejor, me gustaría poder decir más sobre el asunto pero no lo haré… No lo haré porque no quiero y sobre todo, porque no hay que darle más importancia al tema. Pero si quien lo ha hecho pensaba que podría dolerme, tengo que decir que me causa indiferencia, no así con respecto al desembolso económico que supone pero sí con respecto al suceso en sí.
Me gustaría poder expresarme mejor, me gustaría poder decir más sobre el asunto pero no lo haré… No lo haré porque no quiero y sobre todo, porque no hay que darle más importancia al tema. Pero si quien lo ha hecho pensaba que podría dolerme, tengo que decir que me causa indiferencia, no así con respecto al desembolso económico que supone pero sí con respecto al suceso en sí.
Actualmente, me encuentro
en un momento bastante pleno en el que tengo todo lo que necesito con respecto
a mi faceta de felicidad e ilusión. Me siento a gusto con la vida que llevo,
con las personas que están a mi alrededor, con la persona que me acompaña, con
mi familia… Y aunque a veces he encontrado piedras en el camino, ya me he
encargado yo de coger fuerza para apartarlas y seguir dicho camino. Y si esa
misma piedra vuelve a salpicar, ya tengo un muro construido para que no pueda
ni tan sólo arañarme por mucho que se empeñe...