A punto de acabar el año… en unos pocos días este año pasará
como otros tantos de atrás pero sólo nos acordaremos de aquello que nos sucedió
y nos marcó para bien o para mal. El año ha sido largo… o no… ha tenido sus 365
días con sus 24 horas cada día pero en él han pasado muchas cosas, muchas
vivencias y sobre todo muchos cambios en mí.
Hay personas que me dicen una y otra vez que no me
reconocen, que ya no queda nada de aquella chica no sólo de principios de este
año, sino ya desde el año pasado y a medida que va pasando el tiempo, me lo
recalcan aún más. Y no… no es que haya cambiado… es que he crecido y me han
lastimado tanto que he decidido, quizá, perder la inocencia por voluntad
propia.
Sigo siendo la misma pero este año, sobre todo, he vivido
muchas conversaciones que me han abierto los ojos y me han hecho cambiar, me he
llevado muchas decepciones de personas muy cercanas pero no una… muchas veces,
me han abierto heridas que ya estaban cerradas y enterradas… y han vuelto a
sangrar. He tenido mucho miedo también, unas veces, porque me lo han hecho
sentir y otras porque no había más remedio.
Me han mentido, al principio pensando que era sin querer, pero
después he comprobado que era queriendo porque total… siempre perdono, hagan lo
que me hagan y se comporten como quieran… he podido aparentar que no sabía nada
algunas veces para ver hasta dónde podía llegar la mentira y he quedado realmente
sorprendida de hasta dónde puede llegar el ser humano para conseguir
determinadas cosas o para hacernos creer cosas que no son e incluso pensar que
era ciertas. El fin no justifica los medios… no lo hace… y me indigna ese
comportamiento de algunas de las personas que han compartido mi espacio y lo
que es peor, mi tiempo.
He pensado en lo que quiero y en lo que no quiero pese a
quién le pese y le guste o no a quién sea. También me he quemado por no pensar
las cosas y no escuchar a mi cabeza. He podido aprender de cada situación que
se me ha ido de las manos, de cada discusión incoherente… de cada palabra
inadecuada o ataque verbal a veces desmedido. Me he dejado llevar otras veces
por las emociones bajando la guardia de mi coraza. He intentado hacerme la
fuerte pero ha durado tanto como mis intenciones ante algo cuando no estoy segura
y al final, me he vuelto a desplomar porque cuesta bastante aparentar algo que
no sientes. He exprimido al máximo esa capacidad que tengo de hacer ingeniería
emocional pero nada es eterno y todos, somos débiles y a veces nos derrumbamos…
y lloramos.
Lo cierto, es que este año han pasado muchas cosas… que me
han hecho convertirme en lo que hoy soy. He conocido a muchas personas que han
aumentado mi círculo social pero también he desconocido a personas que creía
que iban a estar ahí… y que creía conocer. He recuperado a amigos que son un
pilar para mi y sigo manteniendo a otros que no me fallan aún teniendo que
lidiar con los problemas de su propia vida. Cada día que pasa voy siendo menos
la de ayer y más la de hoy.
Siempre digo es crecer… nadie se puede quedar estancado en
el camino de la vida. Hay que darse cuenta de lo realmente importante y
disfrutar y ser conocedores de lo que queremos… Y es por eso, por lo que quizá,
yo también he cambiado. Además, la vida a veces es tan sabia que te manda
experiencias que duelen tanto que te hacen remover todo el pasado o tu propia
vida para ser consciente de que, a veces cuando las oportunidades se superan
son lecciones que nos tienen que abrir los ojos y más aún cuando se trata de
temas de salud.
No espero nada del próximo año pero sí que quiero que éste
termine pronto… que se vaya… que no vuelva… que las cosas malas han ganado a
las buenas y que no ha sido un buen año aunque la mayoría de las veces sonría y
parezca que no tengo nada de lo que preocuparme. Aunque parezca que paso de todo,
que nada me importa y que no necesito a nadie porque yo solita puedo con todo…
pero no es así… no lo es… y el problema de mi cambio es que el año pasado perdí
el miedo, ahora también la inocencia y no quiero perder más valores por el camino
en este año nuevo que está a punto de comenzar…
Quiero creer que es crecer y no pensar que es la sociedad la
que te obliga a cambiar… Eso quiero creer…