martes, 7 de enero de 2014

Hoy hace de esto casi cuatro años... que sigues luchando!

Otro año más estamos en el día de Reyes, pero este día  es muy  distinto que el de años anteriores,  ya que las circunstancias ni son las mismas, ni las ganas debido a los acontecimientos sucedidos.
La incertidumbre y el miedo es algo que por mucho que se intente dejar a un lado, en el día a día, no se consigue ya que la mente es débil y en situaciones como estas, nuestra mente, sin querer, llega a controlar los pensamientos, tendiendo siempre hacia expectativas negativas y llenas de pesimismo. 

Pero no debemos dejar que eso ocurra porque todavía tienes mucho que aportar, todavía tienes muchas cosas que vivir y muchas sensaciones que experimentar día tras día.  Quizá, en este tiempo se te habrán pasado las cosas más atroces y terroríficas por la cabeza, ya que ante situaciones de tal tipo, no sabemos cómo reaccionar, pero a medida que pasa el tiempo, hay que ser consciente de la situación, hay que aprender a valorarse y sobre todo, a valorar lo que tienes a tu alrededor.

Antes vivías cada día del año como uno más, en el que los acontecimientos se sucedían de forma parecida sin pararte a pensar, a lo mejor, en los pequeños detalles. Antes, quizás, llegabas a discutir por cosas que carecían de importancia pero que en aquel momento las considerabas como ofensivas… pero ahora eso habrá cambiado puesto que no sabes lo que tienes hasta que estás a punto de perderlo… Pero en esta ocasión, no va a ser así, ya que tienes que confiar en los médicos y en sus palabras. Tienes que confiar en que hay un mañana que vas a compartir con todas aquellas personas que tienes a tu alrededor y que tanto te quieren, no se trata sólo de tu familia, sino de todo tu alrededor y entorno. Eres una persona que irradia entusiasmo, que emana alegría y que tiene ganas de vivir y eso, a pesar del miedo que tienes, lo llevas en tu ser.

No estás solo en todo esto y debes seguir adelante. Es normal que tengas algunos días mejores y otros, en los que te derrumbarás. Es lógico, que ahora los días pasen muy lentamente y que, por el contrario, te niegues a que se acerque el día de los resultados. Miles de pensamientos rondarán por tu cabeza, pero tienes que pensar que esto no es el final.

Estas navidades han sido momentos duros que no te esperabas, pero gracias a esos días, si Dios quiere y así, espero que sea, podrás compartir mucho tiempo más cerca de mí y de mamá, de la abuela y de tu hermano, de Iván y de Juan, de Luis y del Tío Jose… de toda esa gente que formamos parte de tu vida. Todavía te quedan muchos veranos en Navafría y caminatas al Nevero y al Chorro. Todavía te quedan por ver muchas exposiciones en el Prado y en el Canal de Isabel. Todavía te quedan muchos días en los que me verás con mi mal humor y otros, en los que llore o tenga que estudiar. Todavía te queda por ver mi proyecto de fin de carrera y la realización de mi proyecto laboral en las residencias de ancianos… Todavía te quedan muchas cosas que ver y que hacer a mi lado y al de mamá.

Así que no debes rendirte y dejar que tu mente se venga abajo, porque te digo muy claro, que vas a deber mucho a ese médico que te dijo que te hicieras las pruebas y que, además, va a hacer que puedas seguir adelante. Dicen que la ignorancia da la felicidad, pero en estos casos, doy gracias a ese médico, de que esta ignorancia no siguiera su cauce, porque entonces la situación sería otra.

Sólo recordarte que te quiero mucho y que tienes a muchas personas más a tu alrededor que también te quieren y que tienes que pensar que esto va a ser el principio de un nuevo nacimiento. Habrá un antes y un después, pero ahora valorarás más las cosas y esos pequeños detalles que antes no alcanzabas a ver. Ahora seguirás con tu vida pero llena de pequeñas emociones y sensaciones que antes pasaban inadvertidas porque habrá un mañana después de todo esto que estás pasando.

Un besazo enorme de tu hija que tanto te quiere.

6 de Enero de 2010