domingo, 9 de agosto de 2015

Todo esto te diría...

Parece que fue ayer… Parece que no ha pasado tanto tiempo pero lo cierto es que han sucedido tantas cosas… Me gustaría poder contártelas, me gustaría poder preguntarte…

Hace poco que fue tu cumpleaños y aún recuerdo que por aquellas fechas de mayo teníamos la sana costumbre de reunirnos en un lugar u otro. Pero eso no ha vuelto a suceder. En este tiempo he descubierto nuevas facetas de las personas que me rodeaban, no sé si, incluso tú lo sabrías. No sé si tú misma te hacías la tonta y sabías lo que estaba sucediendo. O quizá, es que te lo ocultaron. No lo sé… Pero pasado el tiempo, me da rabia haber dejado a esa mujer para que hablara sobre ti en aquella misa, una persona que no merecía hacerlo porque por aquel entonces sólo estaba fingiendo que todo iba bien y no era así…  Yo era desconocedora de todo aquello por aquel tiempo porque de haberlo sabido, las cosas no hubieran sido como resultaron.

Me gustaría poder contarte que mi vida ha ido evolucionando. Me gustaría poder decirte que poco a poco mis diversas esferas se van llenando, algunas más lentamente y otras con rapidez. Estabas interesada en temas de amor, lo recuerdo perfectamente, siempre me preguntabas. Últimamente, lo hacías mucho pero yo no te decía la verdad, yo apenas le daba importancia. Siempre te decía que tenía amigos porque realmente, prefería mantenerte alejada de mis temas amorosos por miedo siempre a tener que dar explicaciones después si la cosa no salía bien. Me resultaba más cómodo no mencionar la existencia de nadie a mi lado por lo que pudiera pasar. Con el tiempo, parece ser que esa misma persona que te oculté, decidió quedarse a mi lado. Y a día de hoy, puedo decir que lo sigue estando. Probablemente tú me preguntarías sobre el futuro y yo te contestaría con un “ni yo misma lo sé” porque hasta las relaciones más sólidas pueden desvanecerse en un segundo… Ahora ya no soy como antes… Ahora ya vivo el presente y no pienso en lo que será o dejará de ser. Cuando te han hecho daño en el pasado, ya actúas con más precaución.

Acerca del tema laboral, la verdad es que he ido haciendo de todo en este tiempo… He trabajado en lugares de diversa índole pero a día de hoy, estoy en un lugar que ni tú misma te creerías. Y cuando encuentras algo que supera todas tus expectativas… Eso es maravilloso. Aunque también tengo miedo de perder lo mejor que me ha dado la vida hasta ahora… Tengo miedo de perder algo que causaría un quebradero en mi futuro. Digamos que todo en esta vida está relacionado. Una cosa lleva a la otra. Lo estaba ya pensando para el año que viene... lo estaba meditando y estaba decidida y segura, hasta que de repente los cimientos de algo que podía ya sentirlo, se tambalean de nuevo. Siempre he dicho que no quiero pensar en el futuro porque la vida puede cambiar en cualquier momento y aunque no lo manifieste o diga, me da pánico poder volver a lo que tenía antes.

La familia ya no es lo que era… Esa casa en Esquivias me trae tantos recuerdos… Ahora la veo y siento pena. Se me parte el corazón ver que se cae, que ya no es lo que era. Es el paso del tiempo, eso dicen, pero lo cierto, es que creo a veces que es la desidia. Me da cierta tristeza pasar por allí y ver que ese lugar algún día será sólo un solar vallado. Ojalá yo pudiera hacer algo ahí… pero no tengo poder para ello.

Lo cierto es que todos hemos ido creciendo. Yo la primera, en este tiempo me he vuelto más desconfiada y me he llevado grandes sorpresas. He reflexionado acerca de tu vida, de lo que me han ido contando, de lo que sé y no digo… Y me planteo muchas cosas que ojalá pudiera preguntarte. Me da por pensar y pensar pero hoy, por no herir la sensibilidad de determinadas personas, es necesario callarse. Jamás he entendido porque existen ciertos temas con los que no se puede hablar con asiduidad pero tú a pesar del paso del tiempo decidiste enterrarlo. No lo logro entender y ahora no será el momento de indagar más, pero más adelante, si la vida me lo permite, lo haré.

En realidad, aunque diga todo esto, también tengo que decirte que te echo de menos… Echo de menos verte, que me dijeras “niña” cada vez que querías algo, que insistieras una y otra vez por saber cuándo podría ir a verte, que te quejaras de tus dolores, que quisieras vernos a Lydia y a mi juntas, que me preguntaras por cosas que yo desviaba… Echo de menos saber que estás en un lugar, ya fuera una casa o una residencia… Echo de menos que me dijeras que me querías y que a mi me costara tantísimo decir un “yo también”. Echo de menos en definitiva, tenerte aquí  porque tú eras  la única abuela que estaba  y que, en realidad siempre tuve porque esta vida no me permitió conocer realmente a nadie más.

Todo esto te diría si estuvieras aquí, todo esto y mucho más te contaría si no te hubieras ido… porque pronto son ya dos años los que no estarás aquí… Son dos años que han marcado y dado lugar a cambios a raíz de tu ausencia, para bien o para mal… Pero son dos años en los que no te he podido contar todo esto que aquí te cuento…