Parece que fue ayer… Parece que no ha pasado tanto tiempo
pero lo cierto es que han sucedido tantas cosas… Me gustaría poder contártelas,
me gustaría poder preguntarte…
Hace poco que fue tu cumpleaños y aún recuerdo que por
aquellas fechas de mayo teníamos la sana costumbre de reunirnos en un lugar u
otro. Pero eso no ha vuelto a suceder. En este tiempo he descubierto nuevas
facetas de las personas que me rodeaban, no sé si, incluso tú lo sabrías. No
sé si tú misma te hacías la tonta y sabías lo que estaba sucediendo. O quizá,
es que te lo ocultaron. No lo sé… Pero pasado el tiempo, me da rabia haber
dejado a esa mujer para que hablara sobre ti en aquella misa, una persona que
no merecía hacerlo porque por aquel entonces sólo estaba fingiendo que todo iba
bien y no era así… Yo era desconocedora
de todo aquello por aquel tiempo porque de haberlo sabido, las cosas no
hubieran sido como resultaron.
Me gustaría poder contarte que mi vida ha ido evolucionando.
Me gustaría poder decirte que poco a poco mis diversas esferas se van llenando,
algunas más lentamente y otras con rapidez. Estabas interesada en temas de
amor, lo recuerdo perfectamente, siempre me preguntabas. Últimamente, lo hacías
mucho pero yo no te decía la verdad, yo apenas le daba importancia. Siempre te
decía que tenía amigos porque realmente, prefería mantenerte alejada de mis
temas amorosos por miedo siempre a tener que dar explicaciones después si la
cosa no salía bien. Me resultaba más cómodo no mencionar la existencia de nadie
a mi lado por lo que pudiera pasar. Con el tiempo, parece ser que esa misma
persona que te oculté, decidió quedarse a mi lado. Y a día de hoy, puedo decir
que lo sigue estando. Probablemente tú me preguntarías sobre el futuro y yo te
contestaría con un “ni yo misma lo sé” porque hasta las relaciones más sólidas
pueden desvanecerse en un segundo… Ahora ya no soy como antes… Ahora ya vivo el
presente y no pienso en lo que será o dejará de ser. Cuando te han hecho daño en
el pasado, ya actúas con más precaución.
Acerca del tema laboral, la verdad es que he ido haciendo de
todo en este tiempo… He trabajado en lugares de diversa índole pero a día de
hoy, estoy en un lugar que ni tú misma te creerías. Y cuando encuentras algo
que supera todas tus expectativas… Eso es maravilloso. Aunque también tengo
miedo de perder lo mejor que me ha dado la vida hasta ahora… Tengo miedo de
perder algo que causaría un quebradero en mi futuro. Digamos que todo en
esta vida está relacionado. Una cosa lleva a la otra. Lo estaba ya pensando para el año que viene... lo estaba meditando
y estaba decidida y segura, hasta que de repente los cimientos de algo que
podía ya sentirlo, se tambalean de nuevo. Siempre he dicho que no quiero pensar
en el futuro porque la vida puede cambiar en cualquier momento y aunque no lo
manifieste o diga, me da pánico poder volver a lo que tenía antes.
La familia ya no es lo que era… Esa casa en Esquivias me
trae tantos recuerdos… Ahora la veo y siento pena. Se me parte el corazón ver
que se cae, que ya no es lo que era. Es el paso del tiempo, eso dicen, pero lo
cierto, es que creo a veces que es la desidia. Me da cierta tristeza pasar por
allí y ver que ese lugar algún día será sólo un solar vallado. Ojalá yo pudiera
hacer algo ahí… pero no tengo poder para ello.
Lo cierto es que todos hemos ido creciendo. Yo la primera,
en este tiempo me he vuelto más desconfiada y me he llevado grandes sorpresas.
He reflexionado acerca de tu vida, de lo que me han ido contando, de lo que sé
y no digo… Y me planteo muchas cosas que ojalá pudiera preguntarte. Me da por
pensar y pensar pero hoy, por no herir la sensibilidad de determinadas
personas, es necesario callarse. Jamás he entendido porque existen ciertos
temas con los que no se puede hablar con asiduidad pero tú a pesar del paso del
tiempo decidiste enterrarlo. No lo logro entender y ahora no será el momento de
indagar más, pero más adelante, si la vida me lo permite, lo haré.
En realidad, aunque diga todo esto, también tengo que
decirte que te echo de menos… Echo de menos verte, que me dijeras “niña” cada vez
que querías algo, que insistieras una y otra vez por saber cuándo podría ir a
verte, que te quejaras de tus dolores, que quisieras vernos a Lydia y a mi
juntas, que me preguntaras por cosas que yo desviaba… Echo de menos saber que
estás en un lugar, ya fuera una casa o una residencia… Echo de menos que me
dijeras que me querías y que a mi me costara tantísimo decir un “yo también”.
Echo de menos en definitiva, tenerte aquí
porque tú eras la única abuela que
estaba y que, en realidad siempre tuve porque
esta vida no me permitió conocer realmente a nadie más.
Todo esto te diría si estuvieras aquí, todo esto y mucho más
te contaría si no te hubieras ido… porque pronto son ya dos años los que no estarás
aquí… Son dos años que han marcado y dado lugar a cambios a raíz de tu
ausencia, para bien o para mal… Pero son dos años en los que no te he podido contar
todo esto que aquí te cuento…