¿Cuántas veces hemos aparentado una sonrisa para no evidenciar
lo que hay detrás?, ¿Cuántas veces no tenemos el día para estar agradables?
¿Cuántas veces pensamos y pensamos y lo que ocurre sólo se queda en nuestro
interior? Pues quizá, hoy es uno de esos días… Quizá, no siempre podemos estar
y no podemos con todo… Quizá muchas veces se utilicen los blogs o yo misma lo
emplee para expresar más de lo que suelo hacer por viva voz. Quizá, como ya he
dicho todos tenemos esos días en los que no nos sentimos tan plenos. Días en
los que simplemente nos gustaría apartarnos o que alguien nos escuchara… Días
en los que no estamos o esperamos fervientemente que alguien esté… Días en los
que mantenemos el control o que incluso, a veces, lo perdemos. Días, en los que
nos sentimos solos en nuestra realidad… Pero es que en realidad, de vista a los
demás, son sólo días que a lo largo de la semana pasan desapercibidos.
Pudiera ser que también a veces, las emociones influyan, las circunstancias,
los miedos… Siempre están los miedos que son los que a uno le hacen vulnerable…
¿Cuántas veces intentamos no pensar
porque esos miedos vienen a la cabeza? Cada uno tendrá los suyos… por supuesto
y como seres humanos que somos, tenemos por desgracia, muchos… Otra cosa es que
algunos sepamos reconocer cuáles son los nuestros y otros no. En el fondo,
siempre he creído que hay que dedicar tiempo a conocerse a sí mismo. A saber
las virtudes y defectos que podemos tener. Y resulta curioso también comprobar cómo
algunas de las cosas que yo puedo considerar defectos, otras personas lo
consideran virtudes y viceversa.
Hay días en los que uno está más pensativo o simplemente,
sucede algo que desemboca que uno se ponga a pensar… A pensar porque uno lo
hace cuando más tiempo tiene y hoy puede ser uno de esos días… Días en los que
te gustaría que las cosas fueran de otro modo… en los que los miedos no
estuvieran presentes pero a veces, las cosas no son como a uno le gustaría…
A veces las cosas son como son. Y aunque en días como hoy,
me sienta más pequeña y frágil, sé que este sentimiento será pasajero. Creo que
todos tenemos bajones, creo que todos tenemos el derecho a tenerlos… Y creo que
también quizá por eso, esté escribiendo estas líneas para desahogarme a mi
manera. Porque no todos los días son iguales y no se tiene la misma energía…
Porque las emociones influyen y mucho… Porque hay días en los que ciertas cosas
se hacen una montaña y aún así, hay que hacer frente para dejar que esa montaña
no nos aplaste. Es complicado de explicar… Es difícil de expresar porque aprendes
a callar. Aprendes a no mostrar los sentimientos por miedo a que a uno le
puedan herir. Siempre he dicho que con el paso de los años uno se va haciendo
más desconfiado y es cierto, yo lo soy… Yo confío en pocas personas porque la
vida te va enseñando… pero en las que confío lo hago plenamente.
No sé… hoy es uno de esos días en lo que anhelo ciertas
cosas y en las que me gustaría no hacerlo y no sentirme como me siento pero,
muchas veces, no depende de uno mismo. Muchas veces la vida es como una partida
de ajedrez… Ese juego que aprendí cuando era muy pequeña y que siempre he dicho
que tiene muchas similitudes con la vida
real porque existen movimientos que influyen para los siguientes y que dichos
movimientos están limitados en un área cerrada. La vida es así… nos vamos
moviendo en función de los movimientos previos y eso influye, por tanto en
nuestros comportamientos, sensaciones y estados de ánimo… Hoy es uno de esos
días en los que el cielo está gris aún siendo primavera.