martes, 31 de enero de 2012

No quiero... No quiero...

Cuántas veces hemos deseado que nuestra vida hubiera sido de otra manera… Cuántas veces hemos pensado en  nuestro futuro… Cuántas veces hemos querido que las cosas fueran de otro modo… Creemos tener el control de nuestra vida pero, en realidad, es la propia vida la que nos controla a nosotros mismos. Son los demás y el entorno los que nos hacen ser como ahora mismo somos o quizá, seremos.
Aún recuerdo cuando era pequeña y me preguntaban “qué quieres ser de mayor” y yo contestaba “periodista”, después pensé en “escritora” y por último, en “psicologa”. Que ilusa era por áquel momento… La respuesta adecuada hubiera sido “lo que el mercado laboral me deje ser”. Eso es lo que tenía que haber dicho. Tantos y tantos años de estudios universitarios… Un legado importantísimo que mis padres me han dejado de herencia en vida en la que ha participado incluso mi propia madrina.

Yo, como cualquier otra persona tiene ilusiones, ambiciones y sobre todo expectativas pero tras el pasar de los días, parece que esos pensamientos se van difuminando en el tiempo.  Nos creemos fuertes y somos capaces de decir “yo puedo” pero en realidad, todo se va juntando. Miras a tu alrededor y las cosas cada vez están peor y llega un momento en el que te pones a pensar y dices “qué es lo que me espera?” “va a ser siempre así?”. Azafata, repartidora, dependienta… Nada de lo que yo pensaba cuando era pequeña se está haciendo realidad… Nada… Y lo peor de todo, es que los días pasan y te levantas con esa extraña sensación de resignación con la situación actual. No es que me sienta desanimada pero sí que me cuesta mucho creer en mí misma, me cuesta levantarme cada mañana con un optimismo que ya he perdido por el camino. Quizá sea mi sentimiento actual, quizá las cosas puedan ir peor o no sé… quizá mejor, pero lo que sí tengo claro es que nada cambia. Todo sigue igual.

A causa de este panorama laboral veo a personas completamente desquiciadas perdiendo lo poco que tienen, veo a personas muy cercanas que son familiares que son capaces de sacar toda la rabia y furia interna por el dinero, observo actitudes anormales de vecinos que no razonan. Miro, observo y decido resignarme a no acabar de tal modo, es decir, desquiciada con mi propia vida.
Todo este panorama está derivando en la creación de personas más independientes, más egoístas y sobre todo más rencorosas… Dónde están los valores? Dónde quedaron las buenas formas? Y sobre todo… dónde está el respeto por los seres humanos? Todos, absolutamente todos somos personas y en vez de ayudarnos a destruirnos debemos apoyarnos. Son pocas las personas que de verdad están ahí  y que te repiten día tras día que habrá un mañana. Sé que yo tengo a esas personas que me ayudan y apoyan, que me brindan sus palabras día tras día pero aún así no puedo evitar sentirme así.

Me queda muy poco para resignarme a ser una NINI. Ni estudio porque ya llevo tras de mí dos titulaciones universitarias, cosa que ya considero que sea más que suficiente y pronto estoy de darme un descanso en esta búsqueda desesperante que cada día se hace más difícil y que me va mermando por dentro. Quizá sólo me espere ser una entregada ama de casa que se dedique a criar a sus hijos… Pero aunque muchas mujeres deseen eso, yo no quiero acabar así… No quiero… Y por eso, cada día me cuesta más pensar que algo mejor puede haber mañana.  


5 comentarios:

  1. No desistas nunca, nunca. Te pondré un ejemplo: Tolkien publicó "El Señor de los Anillos" con 62 años, Raymond Chandler, el autor de las novelas de Philip Marlowe, comenzó a escribir con 50 años... y así muchos. No te rindas nunca.

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  2. Ay, primita... Ojalá pudiera ayudarte, aunque fuera con un trabajillo temporal, una beca o algo así. Pero es que no hay nada de nada. Y encima los pocos que trabajamos tenemos que luchar con uñas y dientes para conservar el puesto porque siempre hay alguien que quiere moverte la silla. :-( Seguiré ojo avizor de todos modos a ver si hay algo.

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  3. ¡Qué razón tienes en todo lo que dices, querida Vio! La noche antes de irme de Jerusalén debí haber estado llorando si hubiera sabido todo lo que me esperaba: el fin de los días felices y el comienzo de nuevo de los días oscuros.

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  4. Gracias a todos! Considero que expresar los sentimientos no es un acto de debilidad sino de expresión y por eso en el blog así lo plasmo.

    Para mi tía Angelines; nadie sabemos lo que nos depara el futuro, nadie! Y ante todo, piensa que nadie tiene que juzgarte por lo que has hecho o dejado de hacer ya que en cualquier situación en esta vida, se pueden sacar dos versiones. Tienes que estar orgullosa de cómo te has comportado y de tu valía. Por desgracia, hay personas que siempren sacan el lado malo de todo y sin querer, van mermando tu autoestima, llegando incluso a hacerte dudar de tus propios actos, siendo aún más duro cuando se trata de una persona a la que tanto quieres.
    Y efectivamente, cuando fuísteis a Tierra Santa, quién iba a imaginar esto... En el muro de las lamentaciones teníais que haber puesto "porque la familia se mantenga siempre unida pase lo que pase". Para mí, personalmente, nada ha cambiado, ambas seguís siendo mis tías aunque no esté de acuerdo con ciertas posturas destructivas de alguien que tú ya sabes. Pero el cariño, pase lo que pase, sigue estando porque sois mi familia. Y piensa que Dios existe y que aún puede hacer milagros para que las cosas cambien.

    A Noe; Tú sabes muy bien como están las cosas y lo que tienes que hacer para demostrar tu valía y conservar el puesto de trabajo. Tú me conoces mejor que cualquier otra prima y sabes que todos tenemos días mejores y peores, pero lo que sí sé es que puedo contar contigo ;) Gracias por tu apoyo!

    A Dieguin; Sabios consejos ;) Supongo que la cosa está en no rendirse nunca pero tú sabes muy bien cómo me puedo sentir y lo aplastante que puede llegar a ser esto... Cuesta mucho pero es inevitable sentir esos bajones emocionales que encima aumentan cuando ves a tu alrededor que todo el mundo está igual. Una vez más, gracias por estar ahí porque sé que ni tú ni Noe, me vais a fallar porque ya me lo habéis demostrado en otras ocasiones.

    Un besazo para los tres!

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  5. Estos no son buenos tiempos para nadie, yo recién pasada una depresión y ahora mi chico parece estar al borde de otra, después de un mes de baja porque no le quedaba remedio le han despedido y ni siquiera tiene derecho a paro...Y yo también parada...Y sin embargo aquí estoy, siendo optimista por dos y con ganas de salir adelante pase lo que pase. Hay facturas que pagar pero mientras nos mantengamos unidos se que todo irá bien. Es en los momentos difíciles cuando más hay que esperar un futuro mejor, porque antes de ver el arco iris debemos aprender a bailar bajo la lluvia. Animate...Todo cambiará a tu favor cuando menos lo esperes. Un besote

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