domingo, 3 de junio de 2012

Pero ya todo cambió...

Los acontecimientos suceden en la vida, a veces, porque nosotros queremos y otras, porque son los demás, los que los propician. Hay situaciones que no podemos controlar y sin querer, sucede algo que, si estuviera en nuestra mano, no se desencadenarían de la forma en lo que lo están haciendo.
Nos cuentan cómo deberían ser las cosas y siempre tenemos la esperanza de que las personas que nos rodean no se dejen llevar por los instintos más básicos perdiendo racionalidad alguna.
Nuestra familia, nuestro entorno, nuestros amigos, parejas y conocidos están a nuestro alrededor y puede que no seamos conscientes de la influencia que ejercen sobre nosotros pero en situaciones límite sí que lo hacen.

A lo largo de la vida vemos cómo los que nos rodean cambian y es más, nosotros mismos también lo hacemos. Quizá no seamos conscientes de que lo hacemos pero no sólo se trata de los demás. Evolucionamos y vamos creciendo interiormente y sobre todo, mentalmente. Nuestras acciones, nuestras formas, nuestras palabras tienen efecto, más en los que nos rodean y menos a los que no importamos, pero generan algo en alguien.

Digo todo esto, porque de un tiempo a esta parte han ocurrido muchas cosas en mi entorno. Han sido meses que han derivado en un distanciamiento, en una lejanía que no es voluntaria, sino forzada. Cosas que la verdad, no me gustaría que hubieran sucedido. No quiero dar nombres y menos aún puedo porque se trata de alguien muy pero que muy cercano. Tampoco quiero contar nada de la historia porque no quiero tan siquiera recordarla.

Me da mucha pena el comportamiento que está teniendo y más aún, por el cariño que a esa persona le tengo. Me da rabia el que no haya sido capaz de ver más allá que con la obsesión y los instintos dejando a un lado todo lo que ha logrado labrar durante el camino.
Siento tristeza al saber que ya nada va a ser lo que era y decepción por alejar a personas que darían lo que fuera si dijera ven. Siempre he pensado que era de una fibra especial, una fibra luchadora y que tenía una fuerte relación con mi madre. He nacido a su lado y he visto y sabido demasiadas cosas de su vida, cosas que para nada han interferido en mi visión.
Siento desilusión por ser consciente de la transformación que una pareja puede hacer en una persona y su entorno. Siento lástima porque no es capaz de ya luchar por su familia, por su sangre y menos aún, por el cariño.

Es una persona, a la que siempre he apreciado y en cierta manera, la que ha estado ahí en los momentos en los que tenía que estar. Envidiaba aquellos valores y esas buenas acciones en las que se movía, pero ahora mismo, no sé si es algo que nos hacía creer a todos o que simplemente, era una mentira. No sé si todavía queda algo de aquello de lo que fue. Aquella persona humilde, honesta, sincera, valiente, sensible y sobre todo, fiel. No sé si queda algo… Tampoco sé si algún día será capaz de cambiar y de darse cuenta de lo que está perdiendo… Siempre pensamos que aquellas personas que se alejan, siempre se arrepentirán pero no sé si lo hacemos por la esperanza de que vuelvan. No lo sé… Quizá, es que uno no está preparado para aceptar que se puede cambiar tanto y que sus razones son más que suficientes para tomar tales decisiones.

Aunque muchas veces, no diga nada o me pronuncie con demasiada sensibilidad en el tema hacia mi madre, en el fondo me duele todo esto. Me duele ver las maneras, las formas, los tonos, las barbaridades que al fin y al cabo tengo que oír… Me duele ver también creer que mi madre, aunque no lo diga, desee que cambie, que vuelva a su estado original, que vuelva a ser esa persona que ella conoce desde siempre. Forma parte de ella y era algo especial, una persona a la que mi madre me enseñó a querer por lo que era y no por lo que tenía…

Una persona de la que me contaba sus logros, sus hazañas y sobre todo su trayectoria en la vida. Una persona que estará ausente ya en muchos momentos de este año… Una persona a la que, echaré de menos, una persona a la que quiero y a la que ni siquiera la puedo recordar lo qué vale y que si de verdad tuviera algo de corazón, podría cambiar todo… Porque está en su mano. Una persona con la que recuerdo innumerables momentos, una persona que ha me ha visto llorar desconsoladamente por amor, que ha sido partícipe de mis logros académicos, que ha compartido veranos en un mismo hogar, que ha celebrado momentos familiares, que me ha visto crecer desde siempre y a la que, en resumidas cuentas, ocupaba un lugar ejemplar y especial para mí pero todo cambió…

Si yo pudiera, recordaría a aquella persona lo que fue, lo que luchó en la vida y la importancia que tiene valorar a los demás  por lo que son y no por lo que tienen. A esa persona le diría que se diera cuenta de lo que ha perdido y si ahora, de verdad y con la mano en el corazón, es verdaderamente feliz, porque por dejarse llevar por sus instintos irracionales está perdiendo algo muy importante que es el calor de una familia.

Si me dejara, diría a esa persona que la vida es muy corta y que no hay necesidad de elegir a nadie sino de vivir en armonía. Nada hay que nos haga eternamente felices, nada… Tan siquiera el dinero, pero cuando uno mismo no se da cuenta de ello, es necesario a veces, dejarse ayudar sin desconfiar. Hay veces que en momentos difíciles hace falta alguien que nos recuerde quiénes hemos sido y quizá, todavía seamos, para no caer en caminos llenos de fango que nos ensucien.
Hay veces que necesitamos de otros para limpiarnos y ver que el fango es realmente donde nos hemos metido y no lo que hay fuera… es lo que yo diría pero, por desgracia,  ya todo cambió.



6 comentarios:

  1. Querida Violeta: No tengo ni la más remota idea de a quien te refieres pero sé que estás pasando por un momento doloroso por la pérdida, al menos momentánea, de alguien que te importa de verdad. Tienes dos opciones: O te alegras porque es la respuesta de Dios a nuestros pedidos de "líbranos de todo mal" y te ha alejado a esa persona para que tú evoluciones, o tratas de acercarte a ella y le dices exactamente esto que has escrito en el blog. Estamos viviendo unos momentos de grandes cambios, que hace que muchas personas se replanteen facetas de sus vidas, en ámbitos muy profundos. Son fases por las que hay que pasar y muchas veces los que vivimos en el entorno no somos capaces de entender o de encajar. Deja que la persona evolucione, es tiempo de ello, también para ti. Aprende a vivir sin obsesionarte con esa persona porque si está de Dios que vuelva a vuestras vidas, pues volverá, aunque no sea la misma, porque, como bien dices, todos evolucionamos, y eso nos acaba enriqueciendo. Hay personas que aparecen en nuestras vidas para quedarse y otras permanecen un tiempo, cumplen su misión y se marchan. Es algo que estoy viviendo a diario y por eso sé de que te hablo. A ver si un día coincidimos por el chat de facebook o hablamos...Te dejo allí mi móvil por si tienes whatsapp..vale?. Te quiero guapetona. La próxima vez que vaya a Madrid te conozco, no lo dudes...Besos. Irene

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    1. Irene, ante todo quiero darte las gracias por todo... Por absolutamente todo. Siempre estás ahí cuando se necesita. Ojalá estuvieras más cerca.

      Se trata de alguien muy cercano, una persona que me ha visto crecer, que ha estado en todos los momentos de mi vida y sobre todo, una persona luchadora. Ahora ya no queda nada de eso, ahora parece otra persona débil, enfurecida y rabiosa con la realidad en la que la toca vivir y ante eso, decide herir y alejarse de las personas que la quieren. Diría mucho más pero es me da tanta pena... No sé, es algo así como amor y odio. Quieres a esa persona pero por otro lado, no aguanats su despotistmo injustificado. Es decepeción, es desilusión... Es una mezcla de sentimientos que según el momento, salen a la luz.

      Yo espero, que esa persona cambie, que vea lo que está dejando atrás y sea capaz de volver. No hace falta que pida perdón porque quizá, no lo sienta, pero sí que deseo que vuelva a ser quién era. Que vuelva y esto sólo haya sido un mal sueño. Es mi esperanza, pero creo que en el fondo me estoy equivocando con mi pensamiento porque, a lo mejor, nunca se produzca. Yo creía que la fuerza de la sangre era más fuerte que cualquier razón pero quizá estuviera equivocada. Y como dices, espero que Dios obre un milagro y haga a esa persona recapacitar y volver a sentir el cariño de una familia, la cual si dice ven, lo deja todo.

      Un besazo y gracias por todo!

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  2. Te acabo de escribir en el Facebook en un privado. No eres la única que piensa así... yo también estoy muy decepcionada y dolida. Aún sangro por la herida, como quien dice. Porque a tí al menos no te odia ni te insulta por detrás...:-(

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    1. Hola nena!

      Creo, que todo esto, ha generado dolor, desilusión y decepeción. Todo se ha ido de las manos y llamame ilusa pero lo único que quiero es que todo vuelva a ser como era antes. Quizá nunca lo sea o quizá suceda en el tiempo, pero lo cierto es que todo esto ha causado mucho daño. Todos tenemos sentimientos y no se trata que haya fallado pero sí que se ha dejado llevar por su instinto dejando a un lado lo más importante en esta vida que es el amor y el cariño que existe hacia los demás. Es una pena y lo malo de esto es que esa herida no se cierra porque siempre ocurre algo que la vuelve a abrir...

      Lo dicho, nena, un besazo muy grande y nos vemos este sábado ;)

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  3. te contesté en privi en facebook :)

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    1. Yo también te he contestado por privado! Un besazo muy grande! :)

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